Lo que el cuerpo nos cuenta
La integración de mente, cuerpo y emociones
La integración mente-cuerpo-emociones es un concepto central en la psicología gestáltica, que subraya la interconexión profunda entre lo que pensamos, sentimos y experimentamos físicamente. En lugar de ver la mente, el cuerpo y las emociones como aspectos separados, desde una perspectiva gestáltica se considera que estos funcionan como una unidad integrada e inseparable. Este enfoque holístico es crucial en la psicología, donde se plantea que no podemos abordar los problemas emocionales, cognitivos o físicos de manera aislada; más bien, es necesario considerar cómo todos estos aspectos interactúan para influir en el bienestar de la persona en su totalidad.
La relación bidireccional entre emociones y cuerpo
En psicología, y particularmente desde el enfoque gestáltico, se entiende que las emociones tienen un impacto directo no solo en nuestros pensamientos, sino también en nuestro cuerpo. De la misma manera, las experiencias físicas y emocionales están íntimamente ligadas y se retroalimentan constantemente. Esto significa que lo que sentimos emocionalmente puede manifestarse en nuestro cuerpo, y viceversa. Por ejemplo, Selhub (2007) señala que las emociones no son algo que solo ocurre en la mente; tienen una presencia tangible en el cuerpo. En paralelo, las sensaciones físicas influyen en nuestras emociones, lo que resalta la importancia de tratar a la persona como un todo unificado.
Desconexión en la vida moderna y sus consecuencias
El enfoque gestáltico también advierte sobre la tendencia moderna a desconectarnos de nuestras emociones y sensaciones corporales. La vida contemporánea, con su ritmo acelerado, promueve una desconexión entre lo que pensamos y lo que sentimos en nuestro cuerpo. A menudo, nos centramos tanto en nuestras ideas o en las explicaciones racionales que olvidamos prestar atención a lo que nuestro cuerpo y nuestras emociones nos están diciendo. Esto puede llevar a una falta de conciencia emocional y corporal, lo que, desde una perspectiva gestáltica, puede traducirse en desequilibrios psicológicos, como el estrés crónico o trastornos psicosomáticos.
La importancia de la conciencia corporal en el enfoque gestáltico
Bessel van der Kolk, en su obra El cuerpo lleva la cuenta, enfatiza la importancia de las emociones en el proceso de toma de decisiones y de cómo nuestras sensaciones corporales juegan un papel fundamental en nuestra experiencia del mundo. Desde un enfoque gestáltico, no solo usamos nuestra mente para entender el mundo, sino que también nuestras emociones y cuerpo proporcionan información valiosa. Así, por ejemplo, un «presentimiento» sobre una situación es una señal que proviene del cuerpo, y al ignorarla, nos desconectamos de una fuente de sabiduría interna clave.
Reconectar mente, cuerpo y emociones para lograr el equilibrio
Reconectar con nuestras emociones y nuestro cuerpo es fundamental para lograr un equilibrio psicológico y emocional. Cuando estamos desconectados de nuestras sensaciones corporales y emociones, perdemos la capacidad de comprender las señales que nuestro cuerpo nos envía, lo que puede derivar en problemas como ansiedad, fatiga emocional o malestar físico. La terapia gestáltica, al enfatizar la integración de cuerpo, mente y emociones, ayuda a las personas a reconectar con sus sensaciones internas y a desarrollar una mayor conciencia de sí mismos en el momento presente.
Ejercicio para la reconexión: escuchar al cuerpo
Un ejercicio sencillo para comenzar este proceso de reconexión es tomar conciencia de lo que sucede en tu cuerpo y emociones en este momento. La psicología gestáltica fomenta este tipo de prácticas de atención plena, donde se observa sin juzgar las sensaciones corporales y las emociones presentes, permitiendo que el individuo se reconecte con la totalidad de su experiencia. Este tipo de conciencia puede ser el primer paso hacia un mayor bienestar emocional y físico, al restaurar la conexión entre mente, cuerpo y emociones.